miércoles, 18 de noviembre de 2015

Necesito recomendar Psycho-Pass

Resulta que necesito recomendar el anime de Psycho-Pass y no sé donde hacerlo. Parece que nadie me escucha, ni hace caso.. parece que estoy solo en este mundo tecnológico en el que nos estamos adentrando.



Qué descubrimiento. Y es que me encanta encontrarme con cosas que me sorprenden de una manera tan inesperada. Resulta que Psycho-pass no me ha sorprendido solo por su historia futurista con tintes macabros y distópicos, sino por su diseño que me hace abrir los ojos cada vez que los dibujantes quieren. Y esto no lo han conseguido muchos animes..


El diseño de la ciudad es simplemente espectacular, y la manera en la que tanto los personajes como todo lo que les rodea está envuelto en una atmosfera tan misteriosa y gótica hace que sea una delicia visual. Además de la monosidad de la protagonista <3

Todo lo complementa una trama muy a la altura, que te puede llegar a hacer reflexionar muy profundamente sobre el modelo de vida que estamos siguiendo en el siglo XXI y adonde vamos a llegar. Por resumirlo de alguna manera, la historia trata sobre cómo una detective recien llegada al cuerpo resuelve los casos mientras descubre las facilidades y dificultades que crea tener un sistema informático llamado Sibyl que mantiene a todo el país en paz bajo una estricta vigilancia.


Además, algo que me ha sorprendido y que hace a este anime único, son las constante citas, tanto por parte de los protagonistas como por parte de los enemigos, a filósofos y escritores tales como Ortega y Gasset, Pascal, Proust, Philip k Dick o Orson Welles, entre otros. También hay mucha crueldad y violencia en algunas escenas, que complementan a la perfección un thriller de detectives como este. Todo esto ha convertido a este anime, sin duda, en uno de mis favoritísimos. 

No lo dudes y dale una oportunidad: 22 apasionantes capítulos te esperan.

jueves, 15 de octubre de 2015

El Reloj de G.R.

En una amarga noche de feria, con los coches celebrando que habían ganado el partido, G.R. caminaba hacia casa tras despedirse de su eterna amistad.  Unos veinte minutos que le iban a dejar pensar tranquilo.

Había ajetreo en la calle, puesto que era una fecha peculiar en la ciudad y eso le venía muy bien a él. Camina preocupado, porque el futuro se tiene que buscar. Piensa en él, y en los que le rodean, pero principalmente en él. Mira el reloj, y se acuerda de cuando su madre le decía que volviese temprano. Él no acostumbraba a salir de fiesta, pero aún así su madre se preocupaba siempre por que no volviese tarde. Ya no lo escucha más. Ahora es mayor. Muchos huevos le va a echar. Sí. Nunca ha querido destacar, siempre ha callado desde preescolar, pero la vida ha conocido y piensa reírse sin más. Miraba la luna para escapar, pero ahora la busca para asegurarse de que sigue bien. En efecto, brillante seguía, y esa noche pudo ver en ella un destello diferente. 

Cada vez se cruza a menos gente y eso le venía muy bien a él. Maldijo las farolas que lo bajaron a la tierra y cuando miró al frente: -¿Qué hora es? Le preguntó un muchacho. ¡Qué susto!, pues meditaba el brillo extraño de la luna. Le dijo la hora, y cuando comenzaba a caminar: -El reloj, dijo el mismo muchacho. De espaldas se preguntó si sería con él y qué podría querer decir con esa frase. Miró al muchacho y el reflejo en la mano del muchacho le reveló el significado de la frase. Está muy lejos de casa como para correr, y está asustado. Pensó que si corría se tropezaría. Todo estaba muy oscuro, pues vivía en uno de los barrios más peligrosos y ya no paseaba nadie junto a él. Se hace pequeño. Tiene miedo. Nunca le ha gustado llevar cosas valiosas encima, pero era un regalo y además no era ni valioso. Aunque, otra vez, el reflejo en la navaja del ladrón observó. No estaba solo, la luna estaba con él. Ahora era un hombre y no tenía miedo a ningún filo: -Tira el cuchillo si de verdad eres bravo, le dijo al ladrón. Una pena, pues el ladrón el cuchillo no tiró, pero una sonrisa en la cara le apareció. Aquello terminó y el muchacho desapareció. Con reloj o sin reloj, la vida casi igual avanzó.

jueves, 6 de agosto de 2015

¿Qué estoy haciendo?

¿Qué estoy haciendo? Sé que lo tengo, pero ¿qué coño estoy haciendo? Estoy perdiendo, estoy diciendo, no estoy haciendo. Miro, escucho, y me estoy riendo, todo lo que quiero, pero no estoy haciendo. Por qué lo hago es lo que no entiendo. En realidad quiero y sé que puedo, pero no estoy haciendo. Espero que algún día me salga el talento, porque saberlo está bien pero mejor será verlo. ¿Qué estoy haciendo? Todo el día escuchando y criticando, pero siempre tumbado. Tengo que sentarme o levantarme, para ir a algún lado. Quizá sea miedo a los gigantes, o quizá viva en las nubes, pero tengo que hacer algo ya, antes de perderlo.

Cine, sueños y muchas cosas bonitas

Aquí lo voy a hacer.